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martes, 26 de enero de 2010

Indignación

Estoy bastante indignado con Picasa (álbumes web de Google), porque borra las imágenes que adjunto en mi blog sistemáticamente.

Al principio, sencillamente las reparaba y ya está, pero ya ha sido el colmo cuando me han mandado un e-mail amenazante del tipo: o dejas de subir este tipo de fotos o te borramos la cuenta. Aquí os lo reproduzco:

"Ten en cuenta que últimamente hemos recibido informes de que se ha publicado contenido inadecuado en tu cuenta de Google de Álbumes web de Picasa. Algunas de las fotos publicadas en tu galería incumplen nuestras Políticas del programa y se han eliminado.

Nuestras políticas establecen que las imágenes que se publican en
picasaweb.google.com no pueden representar contenido obsceno, desnudos, imágenes que inciten al odio contra grupos protegidos o violencia, spam, código malicioso o virus. Ten en cuenta que si continúas incumpliendo estas Políticas del programa, nos veremos obligados a suspender tu cuenta de Google de Álbumes web de Picasa.

Puedes revisar las Condiciones del servicio de Google en https://www.google.com/accounts/TOS?hl=es&loc=es. Para revisar las Políticas del programa de Álbumes web de Picasa, visita http://picasa.google.es/web/policy.html"

Fijaros en la cláusula que aparece en su web:

"PORNOGRAFIA Y OBSCENIDAD:

  • Pornografía y obscenidad: No se permite el contenido de imagen o vídeo que incluya el desnudo, material gráfico sexual ni material que Google estime explícito..."
Es decir, que las fotos de personas desnudas, por muy buen gusto que tengan caen en la categoría de "pornografía y obscenidad". No vamos bien...
Imagino que por ser una empresa privada puede hacer lo que le plazca, pero de la misma forma yo también puedo expresar mi disconformidad, e intentar buscar otro almacenamiento web gratis que sí me permita publicar fotos de desnudos (en ello estoy, si alguien me puede dar un consejo, se lo agradecería).

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sábado, 23 de enero de 2010

Culturismo

En todo gimnasio siempre encuentras gente de todo tipo: gente que va para tener un poco más de salud, gente que va simplemente a charlar y no suda ni una gota... y los que su culto al cuerpo se ha convertido en una obsesión hasta el punto de ir 2-3 horas al día, tomarse cientos de batidos para maximizar las proteínas y minimizar la grasa, y llevar el cuerpo al límite hasta saber cuanto peso puedo levantar, o cuantos centímetros pueden medir mis contornos.

Nunca me han gustado los extremos, y la naturaleza no creo que quisiera que tuviéramos más tetas que nuestra mujer, así que no soy demasiado partidario de esta filosofía de vida, aunque si alguien la quiere seguir, adelante, es su decisión.

Existe un mito que dice que los culturistas tienen el pene pequeño. No sé muy bien cuál es la explicación del mito... que si al trabajar los otros músculos el otro se vuelve pequeño, que si con tantos productos que toman se les encoje... lo cierto es que siempre he pensado que esto no pasa de mito, y que detrás de estas afirmaciones suele haber mucha envidia y poca verificación (seguro que hay culturistas que la tienen grande y otros que la tienen pequeña, pues como en todas partes).

El caso es que no se ve a muchos culturistas en la playa nudista. ¿Son tímidos? ¿Prefieren enseñar todos los músculos y guardar el otro para la parienta? Yo apostaría más por la norma general: tampoco se ven muchos culturistas en la playa textil (debe ser que no salen del gimnasio en todo el día, jeje) así que en porcentaje, el 0,0001 que tocaría en una playa nudista nunca se materializa.

Y por último, una idea tonta en la que pensar: si todos fuéramos nudistas, ¿ejercitarían también su pene los culturistas para mostrar una imagen perfecta? ¿tienen forma de incrementar su tamaño, o va a ser una asignatura pendiente hasta el día en que el nudismo se generalice?

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martes, 12 de enero de 2010

Menorca (Cala Presili o Playa de Capifort)

En la parte noreste de Menorca se encuentra el parque natural de s'Albufera des Grau, y en él se pueden encontrar unas cuantas playas que, fieles a pertenecer a un parque natural, se conservan prácticamente vírgenes y maravillosas.

La playa que visité en esta ocasión fue Cala Presili, donde para llegar (cómo no) hay que darse un largo paseo. Llegar en coche hasta el Cabo de Favàritx es muy fácil, se va por carretera y está todo muy bien señalizado. Aunque, una vez se llega al faro (y después de visitar la zona, que es bastante impresionante), se debe retroceder unos metros y llegar hasta un camino que encontraremos a la izquierda (a la izquierda está si se vuelve del faro, en dirección al faro está a la derecha). Por ser parque natural, en este camino no se puede ir en coche, así que se deja el coche cerca de la entrada, y a andar se ha dicho. Hay que andar unos 15-20 minutos hasta que se encuentra el primer camino de bajada hasta la cala, aunque nosotros decidimos seguir un poco más para reconocer el terreno y ver si valía la pena la cala a la que nos acercábamos o seguíamos hasta la siguiente cala (Cala Tortuga), aunque al llegar a la división entre las dos calas nos dimos cuenta de que para llegar hasta la zona más bonita de Cala Tortuga había que caminar bastante más, así que finalmente bajamos a instalarnos en Cala Presili.



La primera impresión ya empieza a ser habitual en las playas en las que acostumbro a quedarme: playa tranquila, poca gente, espacio sin agobios, y nudismo por lo menos en algún sitio. La extensión de arena entre las montañitas que hay por detrás y la orilla de la playa no es demasiado ancha, pero la cala sí que es muy larga, con lo que todo el que llega encuentra un sitio más o menos grande como para no agobiarse de gente.

Recuerdo que al llegar no había demasiada gente, cosa que te permite situarte un poco donde más te apetezca a tu libre elección. La gente que había eran una pareja de personas mayores, un hombre solo, y algunas parejas de mediana edad que nos quedaban a lo lejos. Durante el transcurso de la tarde que pasamos allí se instalaron (que llamaran mi atención) un par de parejas, una de ellas de un chico y una chica jóvenes, que no hacían más que ir de una punta a otra de la cala, como tratando de buscar el lugar idóneo para instalarse. Se les veía algo nerviosos, como si no supieran dónde estaba su lugar, hasta que por fin, cuando se instalaron (fue bastante cerca de nosotros) él fue el que se quitó toda la ropa, mientras que ella siguió con su bikini. Ese nerviosismo de "no encontrar el lugar correcto donde desnudarse" es el típico que te aparece cuando eres un novato, y me recordaba a mi en mis primeros días de nudismo. Siempre buscas el sitio perfecto: no muy cerca de nadie, mirando bien a quién tengas cerca para no herir sensibilidades... etc. Ahora tengo que reconocer que voy un poco más a saco, y me instalo donde me parece más cómodo, sin importarme el tipo de gente que haya a mi alrededor, aunque sí que es cierto que todavía busco sitios donde haya como mínimo algún nudista, o poca gente si no hay ningún nudista.

Mi mujer y yo nos fuimos a dar algún que otro chapuzón, y a disfrutar del sol, al fin y al cabo de eso se trataba. Y cuando ya llevábamos bastante rato en la cala, de repente empieza a aparecer de entre las montañas de detrás un grupo de unos 20-30 niños y niñas de una escuela, de unos 12-14 años, y se empiezan a instalar justo a nuestro lado. ¿Campamento nudista de verano? Lo dudo mucho, así que intentaremos ser discretos y no llamar mucho la atención para no crear conflictos. La otra pareja que estaba cerca nuestro, al ver la situación, decidieron reaccionar y el chico se puso el bañador de inmediato. Pero yo siempre he sido de la opinión que el primero que llega es el que pone las condiciones, y el segundo que llega, si ve que estás practicando nudismo, si no le importa se va a quedar cerca de ti, y si realmente le molesta, pues tiene 2 kilómetros más de playa ¿no? Que busque otro sitio, pero yo no me pienso poner el bañador.
Al final, no sé si por la mentalidad abierta de la gente de Menorca, o porque los niños son más abiertos de lo que pensamos, no pasó de las típicas risitas de pasar a tu lado y cuchichear en plan: "¡mira, están desnudos!". Incluso muchos niños jugaban entre ellos a bajarse el bañador, y no sé si por la situación, no les importaba demasiado que se les viera el culo, más bien les importaba que se lo vieran sus compañeras de clase (por el qué dirán, imagino). Hasta pude ver como los monitores organizaban algunas pruebas para los niños para tenerlos entretenidos, y una de ellas era entrar al agua en grupos de 5, e intercambiarse el bañador con un compañero. A más de uno y de una se le vio sin el bañador, y sin embargo nadie se escandalizó, sólo se divertían. Espero que los monitores después no tuvieran problemas, porque hay mentes tan retorcidas que hasta podrían ver pornografía o perversión en un juego tan inocente.

Finalizada la jornada de playa, hay que contar con que el camino de vuelta incluye una caminata de 20 minutos, aunque los nudistas sabemos que la mayoría de veces compensa.

Más información de la playa:



Muestra Playas nudistas en un mapa más grande


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