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domingo, 29 de octubre de 2006

La segunda vez (mi primer baño)


Ha llegado el momento de que os cuente mi segundo contacto con el nudismo. Viendo que mi primera experiencia fue increíble e inolvidable, un gusanillo de volver a probar se movía por mi estómago.

Eran finales de agosto de 2005, por lo tanto el verano estaba llegando a su fin. Aquel verano, por los motivos que fueran no habíamos ido prácticamente a la playa, y la verdad es que es una pena, porque a mi particularmente me gusta mucho aprovechar el sol durante el verano. Creo que es una forma muy buena de recargar pilas, relajarse y descansar.

Como se acababa el buen tiempo, y como el año anterior había ido por primera vez a una playa nudista, empezó a rondar por mi cabeza la idea de volver a repetir. ¡No podía dejar escapar un verano sin haber ido a una playa nudista! Pero mi novia lo tenía muy mal por aquella época para ir a la playa. Así que sin pensármelo demasiado me propuse ir a una playa nudista. La cuestión era a cuál ir.

Como desconocía mucho por aquel entonces el litoral catalán me empecé a meter por internet para buscar una playa que reuniera las condiciones que estaba buscando: nudista, bonita, tranquila y relativamente cerca. Y por fin di con la playa que estaba buscando: Cala Fonda (Waikiki).

La playa de Waikiki se encuentra situada muy cerca de Torredembarra, al lado de la urbanización "La Mora", y es también accesible desde la llamada Platja Llarga, que está más al sur. Esta playa se encuentra en un paisaje idílico, y por ser de difícil acceso es una playa muy tranquila.

De hecho, el principal problema de las mejores playas nudistas es que son de muy difícil acceso. Eso lo descubrí en cuanto fui hacia la Waikiki. Nada más llegar con el coche lo que hice es aparcar en la urbanización "La Mora" e intentar llegar bordeando el mar hasta la Waikiki, aunque tuviera que caminar un rato. Ese fue mi primer intento fallido. El camino bordeando el mar era impracticable, lleno de rocas y escollos, o sea que tuve que retroceder. También intenté esquivar el camping que custodia toda esta playa (camping las Palmeras), pero no pude porque me encontré una valla enorme que no me dejaba cruzarlo.

Mi segundo intento fue intentar cruzar a pie el camping las Palmeras, pero no encontré sitio donde dejar el coche, y había vigilancia en la entrada, así que desistí y volví a subir al coche.

Finalmente opté por ir hasta la Platja Llarga, dejar el coche allí e ir a pie hasta la Waikiki. Según los mapas no debía tardar demasiado desde el final de la Platja Llarga hasta mi playa. Pero la playa se llama "Platja Llarga" (playa larga en catalán), y ese día comprobé por qué se llamaba así, porque tuve que caminar más de media hora hasta llegar a la Waikiki. Y toda la caminata con sandalias (es un error que no he vuelto a cometer nunca más, porque me salieron ampollas por todas partes, ahora voy siempre con calzado deportivo).

Pero una vez llegué allí fue incluso mejor de lo que imaginaba. La playa es un arenal bastante extenso donde nadie se molesta unos con otros, y todo este arenal está rodeado de una especie de barranco con un bosque precioso. Para llegar a la arena tuve que bajar una pendiente bastante empinada, pero en cuanto llegué busqué un buen sitio en el medio de la arena, me quité la ropa y a disfrutar de la playa!

Por ser una cosa relativamente nueva (era mi segunda vez en una playa nudista) me fijé bastante en la gente que había por allí. Uno de mis principales miedos es ir a una playa nudista y que sea una playa donde sólo vaya un determinado tipo de gente Yo prefiero la variedad absoluta, desde familias enteras, abuelitas, parejas gays o lesbianas, gente joven... porque nunca me han gustado las etiquetas. Recuerdo ver a dos chicas tumbadas en la arena leyendo un libro, un hombre y una mujer paseando de lado a lado de la cala, hombres solos... etc. En definitiva, que no me sentí fuera de lugar.

Lo primero que hice al tumbarme en la toalla es ponerme protección solar por todo el cuerpo (y cuando digo todo me refiero a todo, nalgas, pene y testículos incluídos). A pesar de haber estado poco tiempo mi primera vez en una playa nudista, el hecho de no ponerme protección en dichas partes hizo que cuando llegara de vuelta viera que las tenía muy enrojecidas (algo achicharradas, vamos). Pero me propuse que no me volvería a pasar.

Claro que darse un masaje en el pene con crema solar es algo excitante, así que como el masaje casi me provoca una erección, decidí pasar unos minutos boca abajo, que no estoy para espectáculos, y menos mis primeras veces :)

Una vez normalizada la situación pude disfrutar de las sensaciones que siempre se describen en estos sitios: paz, contacto con la naturaleza, descanso, relajación, libertad, el viento surcando cada rincón de tu cuerpo, el sol calentándote por completo. En fin, una gozada.

Pero yo no me podía ir de aquella playa tan maravillosa sin darme un chapuzón. Nunca me había bañado desnudo en la playa por miedo a que mi camino de ida o de vuelta del agua fuera traumático (me daría mucha vergüenza que yendo hacia el agua tuviera una erección, por ejemplo). Pero con lo relajado que estaba, y el buen ambiente que se respiraba, me decidí a darme un chapuzón, y mi camino de ida hacia el agua estuvo controlado el tema.

Una vez dentro del agua es cuando empecé a disfrutar de verdad. Nadando, sin nada de ropa, con todo mi cuerpo libre de tabúes y el agua recorriendo y moviendo todo mi cuerpo con total naturalidad. Me encantó, por eso siempre quiero repetir, e incluso cuando voy a playas no nudistas intento quitarme el bañador dentro del agua para seguir sintiendo esta sensación tan placentera.

Cuando salí del agua noté que mi pene se veía bastante más pequeño, seguramente porque el agua del mar es muy fría, pero no me importó demasiado. No estoy en esta playa para enseñar mi pene a nadie, sino para disfrutar de la naturaleza, y el tamaño que aparentaba mi pene me daba exactamente igual.

Al final, un cuarto de hora antes de irme se puso a mi lado una família de 5 o 6 personas con la abuela, los hijos, las novias de los hijos... y curiosamente ninguno de ellos se quitó su bañador. Lo primero que hice es actuar con naturalidad, y lo segundo fue pensar en todo lo que se iban a perder por un estúpido trozo de tela. Peor para ellos.

Durante el camino de vuelta me planteé qué es lo que se supone que se tiene que hacer cuando una persona nudista ve que a su lado se coloca gente no nudista. Pero lo que pensé, y lo que me pasó una de mis siguientes veces en una playa nudista relacionado con gente no nudista os lo contaré otro día.


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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola,
te agradezco tu blog. Tengo ganas de probar el nudismo en familia. Y quizá me anime a ir a este camping de Tarragona que dices que está cerca de una playa nudista.

Busco una playa nudista que esté cerca de un camping o de un piso en alquiler muy barato. ¿Sabes de alguna?

Por otro lado, lo que más me interesa es poder ir sin depilarme. Soy mujer y no quiero depilarme. He leído tu entrada sobre depilación y creo haber entendido que la mujer nudista también se depila.
¿Sabes de alguna playa nudista donde pueda lucir los pelos de mi cuerpo?

Muchas gracias por tu blog. Muy útil para las que queremos estrenarnos.

Anónimo dijo...

Hola quisiera que me mandaras tu correo para poder platicar sobre el nudismo a mi me encanta lo práctico as solas cuando mis padres no están y están hermoso...

Anónimo dijo...

Hola buenos dias soi un chico de 25 años nudista soy aficionado no me gusta depilarme y me gustan las mujer con pelo sin depilar un xoxete peludo es precioso.... yo suelo practicarlo vastante incluso enzonas de montaña espero tu respuesta