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sábado, 10 de noviembre de 2007

Fuerteventura (Cofete)

Siguiendo con nuestra aventura por Fuerteventura decidimos aventurarnos un poco más por ciertos caminos para encontrar playas incluso más tranquilas (las de Sotavento están bien, pero con el ir y venir de la gente no tienes esa sensación de estar tú en contacto total y absoluto con la naturaleza, y que no haya nada que moleste esa paz, ni siquiera un bañador). Yo buscaba un poco esa sensación de estar en un paraje prácticamente olvidado por la gente y poder estar disfrutando del nudismo en total libertad, tú, la persona a la que quieres, el sol, el mar y la arena de la playa (sin el niño que te echa arena encima o se le escapa la pelota y te da un balonazo...).

Leímos en una guía que la playa de Cofete era una playa de difícil acceso, y pensamos que sería perfecta para experimentar este tipo de sensaciones. Y la verdad es que eso de "difícil acceso" no engañaba para nada. Para llegar a Cofete tienes que ir hasta Morro Jable y después empieza un camino plagado de baches que dura hasta que se llega a Cofete. El camino es como si estuviera cimentado pero con estrías o baches, y cuando empezamos estuvimos a punto de dar la vuelta (un coche de alquiler, como se rompa...) pero seguimos y vimos que mucha gente hacía lo mismo. Hay que ir despacito y ya está (es que son 20 km en estas condiciones!).


Pero la visita valió la pena. En cuanto llegas a Cofete y te acercas a la playa, en seguida te invade esa sensación de no ver nada de civilización hasta donde te alcanza la vista, y la longitud de esta playa la hace espectacular en ese sentido. Nuestra visita fue de tarde, y eso quizá hizo que fuera más corta y se empobreciera. En las Canarias (diría que sucede de forma general), el clima de tarde genera que en las zonas del norte de las islas se genere una especie de nubes que son como si fuera niebla, y al taparte el sol no estás tan a gusto como a pleno sol. A pesar de ello pudimos desnudarnos y echarnos al sol durante un buen rato, e incluso darnos un baño (aunque el agua sí que es extremadamente violenta en esta playa, al menos ese día). Incluso una familia entera se situó relativamente cerca nuestro y también se quitaron los bañadores para disfrutar de la naturaleza. La verdad es que no había nadie más en la playa, o sea que se podían haber buscado otro sito (mira que es grande la playa), pero imagino que a la gente en general no le gusta sentirse sola y prefieren tener a alguien cerca, aunque sea desconocido.

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